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La pasión deportiva y la “normalización” de la violencia

Durante la celebración del Mundial de Futbol en Brasil, ha generado desconcierto, indignación y vergüenza en algunos y en otros indiferencia, diversión y justificación, los cantos homofóbicos y discriminatorios que las barras mexicanas emiten durante los juegos con el objeto de desconcentrar, desequilibrar y distraer a los jugadores oponentes.

Esta conducta que se prestó a que se llamara la atención  públicamente al equipo mencionado y aún se llegó a pensar que se pudiera sancionar de alguna manera al equipo mexicano, fue objeto de numerosos comentarios a través de los medios y las redes sociales donde en su gran mayoría fue objeto de justificaciones inauditas y descalificaciones, esgrimiendo el argumento de que es una práctica inofensiva, es un juego y es parte de los usos y costumbres en la vida cotidiana de las y los mexicanos, cuando reaccionan ante un evento de manera positiva o negativa.

La Conapred o Consejo Nacional para Prevención de la Discriminación respondió muy positivamente a través de un comunicado donde aclara y pone de relieve que no es una práctica inofensiva, que es altamente discriminante y que se utiliza con el objeto de ofender. Según la Conapred: “el grito de “puto” es expresión de desprecio, de rechazo. No es descripción ni expresión neutra; es calificación negativa, es estigma, es minusvaloración. Homologa la condición homosexual con cobardía, con equívoco, es una forma de equiparar a los rivales con las mujeres, una forma de ridiculizarlas en un espacio deportivo que siempre se ha concebido como casi exclusivamente masculino. El sentido con el que se da este grito colectivo en los estadios no es inocuo; refleja la homofobia, el machismo y la misoginia que privan aún en nuestra sociedad.”

Lo que sorprende e indigna es la forma tan complaciente cómo los diferentes medios y el público en general ha reaccionado ante este hecho, que nos lleva a estar de acuerdo con la Conapred en que que  la homofobia, el machismo  y la misoginia se expresan en fenómenos como el bullying o acoso, la discriminación generalizada y la violencia de género siguen incrementándose de manera exponencial en nuestra sociedad mientras sigamos viendo como normal y hasta divertida que se hagan estas demostraciones colectivas innecesarias.

Me queda claro, que todavía queda mucho que hacer para que como sociedad veamos y reconozcamos el derecho de los otros u otras, para que desterremos prácticas violentas en la vida de niños(as), hombres y mujeres y para ver que la pasión por un deporte y este nacionalismo mal entendido se pueden canalizar de formas más civilizadas sin necesidad de vulnerar los derechos de  las y los otros.

Por lo pronto y a manera de reflexión invito a leer el texto completo de la declaración de la Conapred:

http://www.conapred.org.mx/index.php?contenido=noticias&id=4934&id_opcion=108&op=214

Ximena Avellaneda Díaz/Presidenta de GESMujer