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La maternidad en Oaxaca debe ser opción, no destino

La fecha es precisa: 11 de junio de 2004. El embarazo había llegado a término. El bebé, un niño de 3 kilos era sostenido entre sus manos en el momento más importante de su vida. Su primera cesárea. Tenía 26 años e iniciaba su carrera como ginecóloga.

Ella es Fátima, hace un par de días cumplió 40 años y forma parte del 7.9 por ciento de mujeres de 40 a 49 años no-madres en Oaxaca. “Nunca soñé con casarme o tener hijos. Mi sueño siempre fue ser médico”.

En Fátima la determinación de no ser madre contrasta con su profesión. Por sus brazos han pasado más de mil 500 bebés y quizá un número similar de embarazos atendidos. Cada uno de estos momentos los vive con la emoción de quien, sin ser madre, es fundamental en el nacimiento de una nueva vida.

No es que rechace a los niños, asegura, por el contrario, siente un cariño especial en cada uno de los que ayuda a nacer.

Cuando su mente viaja al pasado, Fátima no se recuerda jugando a las muñecas o a la comidita. “Cuando me regalaban muñecas o juegos de té los guardaba. Yo crecí entre primos hombres y nuestros juegos eran la lucha libre, los quemados, las escondidas”.

“Yo tengo pareja, tengo novio, pero nunca he planeado tener un bebé. Mis planes son viajar y trabajar en lo que hago, que es lo que me encanta”.

Crece el número de mujeres no-madres

En México, proporción de mujeres no-madres entre 40 y 49 años de edad ha registrado un incremento moderado. Mientras que en 1990 el porcentaje era de 6.7, al 2010 había crecido a 7.9 por ciento.

Oaxaca se ubicó entre las 11 entidades con mayor índice de mujeres en dicho rango de edad sin hijos de acuerdo con el estudio La no-maternidad en México. El rol del género y la desigualdad socioeconómica elaborado por el Centro Centroamericano de la Población basado en cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El estudio también sugiere que la creciente negativa a la maternidad puede relacionarse con la ausencia de unión conyugal de las mujeres. Para el caso de Oaxaca este indicador avanzó de 54.9 por ciento en 1990 a 68.3 por ciento en el 2000 y a 72.6 en el 2010.

Otras cifras del Inegi precisan que el número de nacimientos de 1985 a 2016 se redujo en un 20.15 por ciento.

No es un destino

La directora del Grupo de Estudios de la Mujeres (GesMujer) Rosario Castellanos, Ximena Avellaneda, explica que la postergación de la maternidad o determinación a no tener embarazos es una tendencia zanjada en la medida que se ha incrementado el nivel de escolaridad y mayor conciencia de las mujeres sobre su derecho a decidir. Ver en la maternidad una opción no un destino.

Construida desde una visión machista y patriarcal, el concepto de maternidad fue establecido como la mayor realización de una mujer.

Por muchos años, los hombres han utilizado la procreación de hijos para probar su hombría o virilidad. Un ejemplo claro de ello es familias con padre migrante que en cada visita dejan a su esposa en embarazo. “Es como decir: es mi propiedad”.

Las niñas -abunda- son educadas a través del juego a desempeñar roles estereotipados que las orienta hacia la maternidad y los cuidados del hogar. “Aprenden con la muñeca, con la cocinita. Les estamos diciendo: ésta es tu función, lo debes hacer y hacerlo bien”.

Por otro lado, la iglesia refuerza la idea de que concebir bebés es la máxima felicidad y función primordial de las mujeres.

La especialista en temas de equidad y género, señala que lo que se debe de aspirar es a maternidades libres, gozosas y seguras, pero que también la no maternidad sea una determinación respetada y libre de prejuicios.

Felicidad más allá de la maternidad

Su deseo de maternidad aún está alejado de sus proyectos inmediatos como concluir una carrera, ejercer, viajar y “gastar toda mi quincena en mi”, sin embargo Guadalupe, una joven estudiante de bachillerato tienen íntimamente ligado el concepto de felicidad al de la maternidad.

Cuando responde sobre las razones que la motivan a desear ser madre, ella lo duda un poco, titubea y eleva los ojos pensando rápidamente en una respuesta. “Quiero ser feliz”.

Para Alondra, de 18 años, también estudiante de bachillerato la maternidad “es el deseo de toda mujer”. “Terminaré la carrera, trabajaré un año y luego tendré dos o tres hijos”.

¿Qué opinas de las mujeres que deciden no ser madres?

Para mí está mal y pienso que con el tiempo habrán de arrepentirse de no haberlo sido.

Para la doctora Zoila Ríos Coca, directora de la Clínica de Atención Psicológica y Terapias Alternativas (Capta), ligar la felicidad a ser madre se deriva de la sobrevaloración de las mujeres con hijos debido a un mandato social.

“¡Estar a toda madre! ¡estar de poca madre! son estimaciones muy grandes que denotan máxima felicidad. Las mujeres y la sociedad en general nos hemos comido esa información”, indica.

A su mente viaja pronto una imagen característica de la conmemoración del 10 de mayo que dice “sólo hasta que te tuve entre mis brazos, me sentí llena”. “Eso no quiere decir que las que no tuvimos hijos vamos a estar vacías toda la vida. NO es así. Las mujeres que decidimos no ser madres también somos felices”.

La felicidad -expone – dependen de las aspiraciones de cada ser humano y no de una condición.