Sobre el libro y su autora
En 1973, Rosario Castellanos (1925–1974) publicó su libro Mujer que sabe latín…, el cual recopila una serie de ensayos en los que aborda con lentes violeta, a la sociedad y cultura patriarcal que censura a las mujeres, especialmente en los ámbitos de la vida pública, como el arte y la literatura.
A lo largo del libro podemos observar que Castellanos escribía para todas aquellas generaciones de mujeres que seguiríamos enfrentando, de una u otra forma, las mismas estructuras de exclusión, control y silenciamiento. Los ensayos que componen esta obra revelan una reflexión profunda y crítica sobre los múltiples modos en que el patriarcado ha moldeado la cultura, limitando la autonomía de las mujeres y deslegitimando su palabra.

Puntos clave
Castellanos aborda una diversidad de temas que, lamentablemente, mantienen vigencia:
La exclusión sistemática de las mujeres del canon cultural: expone cómo a lo largo de la historia, las autoras y creadoras han sido invisibilizadas, despreciadas, minimizadas o reducidas a meros objetos de representación, en lugar de personas con voz propia. La academia ha sido un espacio diseñado por y para los hombres, donde el acceso de las mujeres ha sido tardío, vigilado y condicionado.
Además, Rosario reflexiona sobre los roles sociales que ejercen las mujeres: esas expectativas de feminidad, maternidad, abnegación y domesticidad que se espera cumplan con devoción siguen latentes hoy en día, buscando moldear a la mujer según los parámetros de utilidad y conveniencia para una sociedad patriarcal. Señala cómo estas imposiciones históricamente han limitado el horizonte de posibilidades vitales de las mujeres, justificando su exclusión de la vida pública, del pensamiento crítico y de la creación artística en todo el mundo, pero particularmente en México y Latinoamérica.
Aborda a detalle (como era de esperarse) la validación de la mujer escritora. Cuestiona lo que significa para una mujer atreverse a escribir, qué resistencias enfrenta, y cómo su obra suele ser juzgada por su aceptación de los modelos tradicionales de virtud y maternidad. Señala que la escritura de las mujeres ha sido a lo largo de la historia sinónimo de rebeldía: la mujer que escribe desobedece, expone, incomoda.
La prosa de Rosario Castellanos se caracteriza por el humor y la ironía, pues utiliza estas herramientas para desarticular el discurso patriarcal desde adentro, exponiendo sus contradicciones y planteando el lado absurdo. Te orilla a la reflexión desde la risa irónica que emerge al reconocernos en las situaciones de opresión cotidianas, volviendo a la risa una forma de resistencia contra el discurso hegemónico que pretende naturalizar la desigualdad.

¿Qué reflexión deja en la persona lectora?
El librohace que quien lo lee, cuestione el sistema social y su papel dentro de él. Una indignación genuina nace al evidenciar que las dinámicas de exclusión y control que describe, siguen presentes. Mujer que sabe latín… es una denuncia política con vigencia actual, pues las problemáticas nombradas siguen operando en nuestras sociedades, aunque bajo nuevas formas. Leerla hoy no es un ejercicio de nostalgia académica, sino un acto urgente de conciencia feminista.
Este libro invita a revisar nuestras prácticas cotidianas, a cuestionar los discursos que perpetúan desigualdades y a reconocer las aportaciones de las mujeres que se atrevieron a alzar la voz en tiempos más hostiles.
Su obra abrió caminos para que otras mujeres pensadoras y activistas encontraran un lugar en los espacios públicos, dejando una herencia crítica que dialoga con las luchas actuales por la equidad de género, el derecho a la educación, los derechos de las mujeres y la reivindicación de las voces silenciadas.
Leer a Rosario Castellanos no es solo un ejercicio literario, sino un acto político y de memoria colectiva. Te invitamos a leer Mujer que sabe latín… y compartir con nosotras qué reflexiones o emociones te provoca.
