“Enseñar con perspectiva de género y derechos humanos no es un ‘extra’, es un compromiso ético.
Así formamos generaciones críticas, capaces de construir sociedades más libres y equitativas.”
– Judith Viridiana García, Representante del Centro de Enseñanza e Investigación Aplicada (CEI).
El Grupo de estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos (GESMujer) y el Centro de Enseñanza e Investigación Aplicada (CEI), en colaboración con el TECNM – Instituto Tecnológico de Oaxaca, dieron inicio al Diplomado en Género e Interculturalidad | Enfoques para el Desarrollo, que cuenta con la participación de 22 personas inscritas provenientes de distintos sectores profesionales y comunitarios. Este espacio busca fortalecer conocimientos y herramientas para la construcción de entornos más justos, igualitarios y con perspectiva de género, interculturalidad y derechos humanos.

La primera sesión estuvo a cargo de Gabriela Salomé Loaeza, especialista y defensora de Derechos Humanos (DDHH), quien condujo la jornada con el tema “Derechos humanos: avances y desafíos”. A lo largo del encuentro, se desarrollaron dos momentos complementarios: una primera sección teórica, donde se revisaron los antecedentes y principios fundamentales de los DDHH, y una segunda parte dinámica que permitió aterrizar los contenidos en la práctica y reflexionar de manera colectiva.
Durante la exposición teórica, se abordó el origen y el avance que ha habido en esta área, así como los desafíos que se siguen enfrentando actualmente para su defensa. La ponente resaltó cómo este marco de protección universal se vincula de manera directa con los derechos de las mujeres, evidenciando que las luchas feministas han sido motor indispensable para que la igualdad y la dignidad de las mujeres sean reconocidas como derechos fundamentales. Se destacó también que los avances logrados no han sido concesiones, sino resultado de movimientos sociales organizados que, desde los orígenes del feminismo, han desafiado al sistema patriarcal y a las estructuras de poder.

En la parte dinámica de la sesión, las participantes trabajaron a través de ejercicios grupales que fomentaron el diálogo y la reflexión. Desde la compartencia —una práctica que reconoce la riqueza de aprender a partir de la experiencia colectiva—, se generaron conversaciones sobre cómo los derechos humanos atraviesan la vida cotidiana y los distintos ámbitos de acción de cada persona. Las experiencias compartidas permitieron vincular lo aprendido con los desafíos que enfrentan las comunidades en Oaxaca y en México, especialmente en relación con la violencia de género, la desigualdad y la discriminación.
El diplomado busca no solo transmitir contenidos, sino también abrir un espacio de aprendizaje vivo, donde el conocimiento académico se combina con las experiencias personales y colectivas. Esta es la primera de 20 sesiones, que son abordadas desde la mirada clara de que los derechos humanos, los derechos de las mujeres y las luchas feministas no pueden entenderse por separado, ya que forman parte de un mismo camino hacia la justicia social. El Diplomado concluirá el 04 de diciembre, donde cada sesión será una oportunidad para seguir construyendo herramientas que permitan transformar entornos y fortalecer el compromiso con la igualdad, la interculturalidad y la dignidad humana.
