Llamado urgente del Grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos” ante la circulación de video que muestra una presunta boda entre menores de edad en Oaxaca
Desde el Grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos” (GESMujer) expresamos nuestra profunda preocupación y condena ante la circulación de un video y fotografías que muestran lo que aparenta ser una ceremonia festiva con elementos asociados a una presunta boda entre adolescentes en la comunidad de San Juanito Yosocani, municipio de San Lorenzo, Oaxaca. El material muestra a dos personas menores de edad tratadas como pareja o “novios”, en un entorno que refuerza roles de género adultizados, además del consumo de bebidas alcohólicas por parte de niños, lo que agrava la preocupación sobre la normalización de prácticas nocivas hacia la niñez.
¿Por qué es grave?
Aunque no hay confirmación oficial de una unión de hecho ni de acuerdos familiares o económicos en torno a esta ceremonia, la representación simbólica de una boda entre menores de edad valida y refuerza normas sociales patriarcales y desigualdades estructurales que perpetúan las uniones infantiles, tempranas y/o forzadas (legales o no).
Este tipo de actos genera presión social para que niñas, niños y adolescentes asuman roles y responsabilidades adultas que no corresponden a su etapa de vida. Particularmente en el caso de las niñas, se promueve la idea de que deben convertirse en esposas y madres desde edades tempranas, lo que no solo pone en riesgo su salud física y emocional, sino que además restringe su autonomía y su derecho a decidir sobre su futuro.
En el caso de los varones, los estereotipos sobre la masculinidad también resultan profundamente dañinos. Promueven una imagen errónea, violenta y discriminatoria del ser hombre, al asociarlo con prácticas de poder y control. El machismo no es motivo de orgullo.
Estas prácticas atentan contra el derecho de niñas, niños y adolescentes a un desarrollo libre de violencias, presiones y limitaciones impuestas por los estereotipos de género. Incluso en contextos comunitarios o bajo “usos y costumbres”, se trata de una forma de violencia estructural y cultural que lesiona su autonomía, salud, libertad y acceso a oportunidades de vida dignas.
Los datos son contundentes
• En México, 1 de cada 5 niñas y adolescentes se une antes de los 18 años.
• En Oaxaca, el 33.9% de las mujeres mayores de 15 años reportan haberse unido antes de esa edad. (ENDIRE 2021)
• Estas uniones están vinculadas a embarazos adolescentes, deserción escolar, violencia sexual y pobreza estructural.
El marco legal es claro
Desde 2019, el matrimonio infantil está prohibido en todo México sin excepciones. Armonizado en el Código Civil de Oaxaca (reformas de 2023) y la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establecen que toda persona menor de 18 años tiene derecho a un desarrollo libre de violencia, y que las autoridades están obligadas a prevenir y erradicar prácticas nocivas como las uniones infantiles.
Nuestro llamado urgente a las autoridades, medios y sociedad en general:
1. Investigar de manera urgente los hechos desde un enfoque de protección integral de los derechos de la niñez, interculturalidad y justicia restaurativa.
2. Implementar acciones estructurales y comunitarias que no solo sancionen, sino que transformen las causas profundas de estas prácticas, con la participación activa de niñas, niños, adolescentes, liderazgos comunitarios y organizaciones sociales.
3. Exigir a los medios de comunicación responsabilidad ética, evitando enfoques sensacionalistas o revictimizantes que refuercen estigmas hacia comunidades indígenas o rurales.
4. Activar un plan de acción estatal interinstitucional urgente con enfoque de derechos humanos e interculturalidad, bajo el compromiso real de las instituciones con obligatoriedad como el Sistema Local de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de Estado de Oaxaca, secretarías de Gobierno, Salud, Bienestar, Educación Pública, de la Mujer y el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia; entre otras titularidades al frente del gobierno del estado, los municipios y consejos de gobierno comunitarios; que involucre a las mujeres, niñas, niños y adolescentes, así como a liderazgos locales y especialistas en la materia.
Nuestro compromiso desde GESMujer
Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a vivir libres de violencia y sin ser forzados a asumir roles adultocéntricos que limiten su desarrollo. Seguiremos trabajando desde una postura feminista y desde un enfoque interseccional para garantizar su derecho a soñar, decidir y construir un futuro libre, pleno y justo.