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Impunidad, el refugio del #MeToo

El Movimiento MeToo, espectaculares o volantes pegados en postes y paredes que denuncian a presuntos feminicidas y violadores, son formas a las que las mujeres han recurrido ante la impunidad prevalente en el país, consideró Angélica Ayala Ortiz, Presidenta del Grupo de Estudios Sobre la Mujer (GESMujer) Rosario Castellanos.

Si bien el nivel de denuncia ante las instancias de procuración de justicia es bajo, pues estiman que sólo una de cada diez denuncia un hecho de agresión sexual, quienes lo hacen recorren un camino lleno de obstáculos que las desalienta, revictimiza o responsabiliza.
“Cada uno de estos obstáculos, cuestiona, deslegitima, exige un comportamiento adecuado a los estereotipos de género que tienen que ver si se provocó de alguna manera con la manera de vestir, el tiempo en que estuviste, el lugar en donde estuviste; entonces las mujeres han usado otros medios y redes sociales”, señaló.

El caso Ivana

Además del movimiento MeToo surgido a nivel mundial y replicado en todo el país, las mujeres en el estado han optado por acciones no formales como la colocación de espectaculares, tal es el caso de la familia de Ivanna Mingo, quien a través de este medio han exigido a la Fiscalía General de Justicia, aplicar la ley en contra del responsable del accidente vial en donde murió la joven. En éste, la familia señala directamente a Alfredo Delgado Cervantes.

Violación o acoso

Otro, son los volantes pegados en postes y paredes en contra del galerista Julio César Chávez quien en su momento fue acusado penalmente por el delito de violación. Posteriormente, el 26 de diciembre de 2016, se ejecutó la orden de aprehensión, pero en abril de 2018 el juez cuarto de lo penal ordenó su liberación bajo argumentos estereotipados, prejuicios, burla y revictimización.

“Estas formas de denuncias o manera de alertar a otras mujeres ya no se pudo parar, basta con recorrer las calles para darnos cuenta que a nivel de hojas de fotocopia, a nivel de carteles pegado en transporte público vemos hombres acusados por conductas violentas. Esta falta de acceso a la justicia ha provocado que se den estos movimientos”, declaró.

Tras el suicidio de Armando Vega Gil, integrante de la agrupación de rock Botellita de Jerez, el movimiento #MeToo cayó en una serie de críticas que abre todo un debate.

Suicidio de Vega Gil “asunto personal”

Angélica Ayala, quien además es psicóloga de profesión, consideró que el suicidio no debe ser atribuido al MeToo.

“Una persona que decide suicidarse, lo hace desde una decisión muy personal y en ese sentido no podríamos afirmar que es una consecuencia de la denuncia que se hizo. Han habido otros casos de denuncia y en estos otros casos, las personas han retomado medidas de defensa, otras han reconocido su responsabilidad”, indicó.