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La necesidad de hablar del “amor romántico” en tiempos de pandemia

Mitos como el “emparejamiento”, la “exclusividad” o la “media naranja” pueden interrelacionarse para reforzar la idea de ese amor romántico, el punto ciego que puede justificar la violencia en una relación de pareja.

Así lo expuso la tarde de miércoles la psicóloga Sofía Bautista Fernández durante la video charla “El amor romántico y sus efectos en nuestra vida”, los cuales pueden ir desde la frustración, el sufrimiento e incluso el daño por los recovecos de dominio que generan desigualdad, lazos de dependencia y propiedad, así como privilegios e inequidad.

Licenciada en psicología de la Universidad Mesoamericana, quien cuenta con una maestría en terapia familiar con enfoque sistémico y dirige el Instituto de Género, Familia y Comunidad (IGEFAM) también cómo mientras las mujeres son las “cautivas del amor”, son los hombres el sujeto simbólico del amor, una premisa establecida por la feminista Marcela Lagarde.

Ve la transmisión de la video charla con la psicóloga Sofía Bautista.

Para el Grupo de estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos (GESMujer) es fundamental abordar esta temática en el contexto del resguardo por la pandemia de COVID-19. Si bien en el monitoreo de Violencia Feminicida que elaboramos desde el Centro de Documentación se carece de información sobre las personas agresoras, deseamos llamar la atención de nuestros hallazgos en ese sentido al tener contacto con mujeres, niñas y adolescentes que han enfrentado todas las formas de violencia.

De las mujeres que solicitaron al GESMujer apoyo para lograr acciones para la protección de su integridad física, emocional, sexual e incluso de su vida durante este periodo de confinamiento, en el 77 por ciento de los casos la violencia fue ejercida por parte del esposo, pareja o concubino.

Del otro 23 por ciento,  en el 7 por ciento se trató del ex esposo o ex pareja; en el 5 por ciento la violencia la ejerció el novio o ex novio; y en el 11 por ciento otros hombrees, principalmente desconocidos en un espacio público, por redes sociales o en ámbitos laborales.

Es así que se contabiliza que en el 89 por ciento de los casos, todos los tipos de violencia las ejercieron parejas o ex parejas sentimentales, lo que nos motiva a provocar una reflexión a través de las charlas de los miércoles, acerca de esta manera “romantizada” del amor, que socialmente limita a las mujeres a tomar decisiones sobre su vida y ejercer a plenitud sus derechos a vivir libres de todas las formas de violencia.

Otro dato importante para reflexionar es la distribución con respecto a la ocupación de quienes enfrentaron las violencias y solicitaron atención a través de la línea de emergencia, pues el 60 por ciento manifestó ser ama de casa o dedicarse al hogar; el 16 por ciento correspondió a estudiantes, un 12 por ciento pertenecen a la economía informal; otro 7 por ciento son profesionistas y un 5 por ciento empleadas.

Como se puede observar, el 60% de las mujeres estaban cumpliendo con el mandato social de “dedicar su vida a la relación de pareja y familiar” lo que las coloca en una situación de riesgo de vivir todas las formas de violencia. Conociendo el perfil de quienes han solicitado apoyo, se confirma que la violencia basada en el género no respeta edad, educación, situación económica o condición indígena, además de que se justifica bajo la falsa premisa de que “el amor verdadero todo lo perdona”, incluso los golpes.